Queda prohibido no buscar la felicidad. Equivócate, mete la pata, cómprate un avión sin retorno, haz el ridículo, deja todo por un sueño. Está prohibido no tener ningun motivo para sonreír, yo lo tengo. Baila sola, canta esa canción que tanto te gusta una y otra vez. Sueña. Nunca dejes de intentarlo y jamás des por perdida la partida. Y aunque duelan las heridas, cúralas.
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